Juan Sánchez Lebrero. Psicólogo en San Fernando, Cádiz.
La comunicación como sabemos es una necesidad del ser humano, la utilizamos continuamente en nuestro día a día, y de ella depende muchas veces que tengamos éxito en nuestros propósitos. Como psicólogo, en la consulta es necesario saber interpretar la comunicación verbal de los pacientes, es obvio. Pero si esto es necesario, más lo es aún saber interpretar la comunicación no verbal. De ella se obtiene mucha más información, no en vano el lenguaje no verbal es el 70% de la comunicación frente al 30% del lenguaje verbal. Así que saber cómo se comunica el cuerpo más allá de la palabras es esencial para expresar más y mejor, ya que muchas veces queremos decir algo pero estamos expresando lo contrario. Si dominamos las claves del lenguaje no verbal, seremos capaces de mandar los mensajes adecuados. Aquí os dejo algunas que son esenciales.
- Controlar pies y piernas. La mayoría de las veces nos fijamos en cómo gesticulamos con las manos y cómo lo hace nuestro interlocutor, pero encontraremos una pieza clave de la comunicación no verbal justo en el lado contrario: la colocación de las piernas y los pies, ya que por norma general el lugar al que estén apuntando las puntas señalan cuál es nuestro objetivo. Por ejemplo, si están colocados en diagonal y no encaran el lugar en el que está la persona con la que hablan, probablemente se quiera evitar esa conversación.
- Adaptarse a lo que el otro haga. Para que nuestro interlocutor se identifique más con nosotros, hay que centrarse en la parte de la comunicación no verbal que indica cercanía, como por ejemplo el ritmo en que se gesticula, el grado de inclinación de la cabeza etc…sin exagerar, y evitando las partes que muestran distanciamiento u hostilidad, como la inatención.
- Evita posturas rígidas. Si queremos facilitar la aparición de una relación fluida con alguien, hay que procurar que la comunicación no verbal exprese relajación y tranquilidad. Esto se consigue manteniendo una postura abierta, con los músculos relajados y sin mantener las extremidades pegadas al tronco.
- La mirada es importante. Fundamental es controlar bien la mirada para poder transmitir amabilidad o dominación. De este modo es posible poner mucho énfasis en lo que se dice, o ceder un momento para que la otra persona exponga sus ideas sin miedo. Además, fijarse en ella permite detectar algunas emociones básicas y captar la atención del interlocutor.
- Tocarse uno mismo y tocar a los demás. Tocarnos algunas partes del cuerpo dice mucho acerca de lo que sentimos. Por ejemplo la cara, la boca o la nariz, son señal de protección y actitud defensiva, de que hay algo en el ambiente que produce tensión. Pero también el tacto a los demás mientras hablamos es importante. Hay que saber ver los espacios interpersonales y respetarlos, de lo contrario indicaremos nerviosismo, narcisismo o sentimiento de superioridad.
- Analiza las risas. La risa tiene un rol social muy importante, ya que permite crear momentos de sintonía y empatía. Sin embargo, muchas veces se utilizan por compromiso, y esto es algo que deberías ser capaz de detectar en los demás para saber interpretar encajan lo que decimos. Para saber si una risa es sincera hay que fijarse si aparecen arrugas de expresión en el contorno de la cara, si las cejas han bajado un poco y si se muestran los dientes. Si no aparecen estas señales, es fingida.
- Escucha activa. Es importante mandar señales de que estás prestando atención a lo que dice la otra persona. Esto se llama escucha activa, y se basa en la idea de que debes dar retroalimentación constante acerca de las impresiones que te va dando la información que te revela el interlocutor. Asentir, por ejemplo, o señalar aprobación con otras partes del cuerpo sin interrumpir el discurso del otro es fundamental.
Para dominar todo esto, es necesario mucha práctica. Pero sin duda merece la pena.