Juan Sánchez Lebrero. Psicólogo en San Fernando, Cádiz

Hay que partir de la base de que la ansiedad como todas las emociones básicas es adaptativa, o sea, nos ha permitido evolucionar en el tiempo y perpetuar nuestra especie. Estar estresado o ansioso nos permite estar alertas ante nuevos estímulos que requieren de una atención especial. El problema viene cuando esa ansiedad es demasiado acusada o prolongada en el tiempo.

Y es que como psicólogo veo en consulta muchos pacientes aquejados de fuertes síntomas ansiosos, tanto físicos como psíquicos, cuyas vidas se ven afectadas significativamente. Eso sin nombrar los que vienen con trastornos más incómodos debido a derivaciones de esa ansiedad, como son los trastornos de pánico, los obsesivo-compulsivo, fobias o ansiedad generalizada entre otros.

Hay que identificar las primeras señales importantes de ansiedad para poder comenzar a trabajar a partir de ellas, y no permitir que el problema se convierta en algo crónico. Aquí os dejo algunas técnicas efectivas para reducirla de manera general:

– Haz ejercicio físico,  nos ayudará a evitar el exceso de activación del sistema nervioso y a conseguir un sueño más reparador. Además está comprobado científicamente que el ejercicio hace que nuestro cerebro segregue endorfinas, que ayudan a recuperar la calma y el equilibrio.

– Debemos controlar lo que comemos. Una alimentación equilibrada nos mantendrá sanos, mientras que una desequilibrada puede afectar al sistema gastrointestinal, y esto provocar ansiedad física derivada.

– Bien se sabe que dormir las horas adecuadas es muy reparador, y que no hacerlo conlleva riesgos como padecer ansiedad. Si eres de los que duermes pero aun así la sufres, debes tener en cuenta que no todo el mundo necesita las mismas horas de sueño, la regla general dice que oscilan entre 7 y 9, pero en la práctica hay quien necesita 10 para recuperarse plenamente y no tener problemas. Ni que decir tiene que dormir sin ruidos o luces, en un lugar cómodo y con un clima agradable forma parte del sueño placentero.

Ordena tus ideas. Muchas veces la ansiedad se acumula porque tenemos la necesidad de resolver muchos problemas a la vez o somos muy exigentes con nosotros mismos dentro de un sinsentido. Escribe lo que necesitas hacer por orden de prioridad, y ve tachando de la lista lo que vayas consiguiendo. Hará que te relajes al ver que todo lo tienes controlado, y además te sentirás reforzado al ir tachando los objetivos conseguidos.

– Utiliza el sentido del humor. Nuestra tendencia ante situaciones complicadas es reaccionar con negatividad  tomándonoslas demasiado en serio, y esto es lo que nos provoca ansiedad. Por ello es importante ver también la parte divertida de las cosas, aunque estas de primeras no nos parezcan así, y así nuestra perspectiva para solucionarlas crecerá.

– Puedes probar con la meditación si te gusta el método Zen, o cualquier otra técnica de relajación, sobre todo si tu ansiedad es a nivel físico. Si es a nivel cognitivo, o sea, hay algo que se repite en tu cabeza una y otra vez y no te deja estar en paz, prueba métodos de distracción sencillos para parar esos pensamientos. Cambia por completo de actividad e intenta centrarte en ella por ejemplo.

– Por último están los psicofármacos como las benzodiacepinas. Es cierto que son necesarios en ciertos casos, pero hay que tener en cuenta que sólo palia los síntomas de la ansiedad. O sea, el verdadero origen de la misma sigue ahí, y no lo eliminarán esas pastillas.

Si todo esto no funciona o no sabes exactamente como aplicarlo, no dudes en ponerte en manos de un especialista. La terapia cognitivo-conductual es la más adecuada para estos casos según varios estudios científicos. Deshazte de la ansiedad como compañera de viaje.

 

Abrir chat