Juan Sánchez Lebrero. Psicólogo en San Fernando, Cádiz.
Seguro que todos alguna vez habéis sentido mariposas en el estómago, esa sensación indescriptible, increíble del amor. Hace que te despiertes con energía y con ganas de comerte el mundo. Aunque tiene una contrapartida, ya que cuando se acaba y no es por voluntad propia, ese sentimiento es inversamente proporcional al dolor que se siente. Como psicólogo, en consulta me encuentro muchos casos de pacientes que vienen totalmente del revés: no consiguen dormir, no tienen apetito, les duele todo el cuerpo, no quieren salir de casa…y es que les han roto el corazón.
La psicología lo dice bien claro: el amor es como una droga y cuando no la tienes hay que pasar el mono. Cuando estamos enamorados, el organismo genera sustancias como la dopamina y la oxitocina, hormonas ligadas al placer. Con la ruptura sentimental se dejan de segregar y el cerebro reacciona generando tristeza y síntomas de abstinencia, como ansiedad, obsesión e incluso dolor físico, que también sufren los drogodependientes.
Todos preguntan… ¿cuánto tiempo tarda en pasar el dolor? Y eso sólo depende de cada persona. Por regla general no menos de tres meses, aunque hay quien sorprendentemente se recupera antes, y quien tarda mucho más. Lo importante es saber cómo reaccionar ante esta situación y darle condiciones facilitadoras al cerebro para que se adapte al nuevo plan de vida y deje de sufrir.
¿Y cuáles son esas condiciones facilitadoras?
– Control de contingencias: elimina de tu vista fotos, regalos, mensajes de teléfono, emails y todo lo que pueda recordarte a tu ex. Hasta la batidora con la que preparaba zumos si hace falta. No estás preparado aún para recordar tanto. No hace falta tirarlos, con guardarlos en una caja en un lugar poco accesible es suficiente.
– Cero contacto con tu ex: nada de cogerle llamadas o responderle mensajes, o hacerlo tú para tener noticias con cualquier pretexto. Evita cualquier tipo de contacto, ya que hasta que no olvides no podréis ser amigos y lo único que conseguirás es volver al punto de partida.
– Piensa en la parte menos buena de la relación. Cuando los pensamientos de añoranza bombardean, esto te ayudará a racionalizar lo que sientes. Puedes también elegir una frase corta optimista a la que recurrir cuando recuerdes a esa persona para poder desviar tu mente. Por ejemplo: “voy a superar esto”.
– Intenta mantenerte ocupado. Salir y estar activo es fundamental para ponerse en marcha de nuevo, aunque no se tengan ganas. Ponte pequeñas metas para hacer y verás cómo poco a poco vas recuperando tu actividad. Cuanto más placenteras, más fácil te resultará.
– Haz ejercicio. La actividad aeróbica segrega endorfinas, una droga natural que produce el cuerpo y hace que nuestro estado de ánimo mejore. Si eres capaz de enrolarte en alguna actividad grupal lo acabarás agradeciendo aún más.
– Siempre piensa en positivo. Aún hay cosas maravillosas que vivir y gente estupenda por conocer, y necesitamos estar en plena forma para disfrutarlo. Nadie se merece nuestra tristeza.
Si pasa un tiempo prudencial y sigues en este estado de duelo, o los síntomas del mismo son demasiado fuertes, puede que necesites la ayuda de un profesional. Sea cual sea tu caso, siempre hay una solución.
Lo siento pero ya hace casi 5 meses y no puedo con esto, es como estar en la montaña rusa,,donde no paro de llorar, estoy mal y no lo supero, sigo necesitando a mi pareja, y esto me esta matando poco a poco.ya agote todas las esperanzas de recuperación y no puedo mas.
Te entiendo perfectamente, ánimo..
Yo llevo mal un año y tres meses y no logro quitarlo de mi cabeza ni de mi corazón…Esto es un sin vivir
Es horrible siento dolor de estómago, fatiga y no tengo ánimos de nada
Casi dos años separados y no puedo con este sufrimiento. Es más fuerte que yo. Tengo dos hijos que me necesitan mucho y no atino a nada solo haciendo un esfuerzo increíble.