Como psicólogo veo en consulta muchos pacientes que desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad presentan cuadros del estado del ánimo muy potentes incrementados por todo lo acontecido: crisis del coronavirus, guerra en ucrania, volcán de La palma, repercusión económica etc. Y es que todo lo que está pasando es más que un problema para algunos por desgracia, pero para otros indirectamente les está lastrando la vida.

Las consecuencias psicológicas de todo ello van desde la ansiedad y el trauma, hasta la depresión y la obsesión. Sin mencionar las discusiones por las diferentes opiniones, la sociabilidad reducida, exceso de celo en la no gastar demasiado etc… Para poder afrontar todo esto, hay que tener en cuenta la resiliencia, fundamental, que se define como la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos, o como la capacidad de un material , mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido, todo ello según la R.A.E. En definitiva es la capacidad que tenemos todos para superar adversidades. Y depende de dos cosas: de nuestra genética, o sea, de lo que hemos heredado, y de nuestra experiencia, o sea, de lo que hemos aprendido o nos han enseñado.

También es cierto que la manera en la que enfoquemos lo que ocurre va a marcar la diferencia, por lo que os dejamos aquí algunos tips para seguir afrontando esta pandemia, la guerra, las malas noticias o todo lo que esté por llegar y fomentar así la resiliencia:

Las emociones son necesarias y adaptativas. Todas, por mucho que nos asusten. Lo que hay que hacer es racionalizarlas, equilibrarlas, que no se desmadren, normalizarlas. Así que en primer lugar date permiso para sentirlas, estamos ante una situación complicada en la que hay mucha incertidumbre. Lo que no sería normal es no sentir nada.

– Trabajar estas emociones interiormente, llegar a un punto de racionalidad donde no hagamos cábalas sustentadas en la paranoia, es lo segundo que tenemos que hacer. Hay técnicas de gestión del pensamiento que nos pueden ser muy útiles, pero sobre todo pensar con objetividad: estamos en un momento de crisis temporal que pasará y del que podemos aprender y encontrar nuevas estrategias para superarnos.

– Al ser seres sociales, encontrar un  grupo de apoyo con el que sentirnos identificados en las relaciones personales para poder compartir los malos y buenos momentos es algo necesario.

– También es necesario tener metas a corto, medio y largo plazo en la vida. Quizá en algún momento por todo esto las más cercanas se hayan visto desmoronadas. No pasa nada. Replantéalas o busca otras que se adapten a la situación actual.

– Cuida tu salud y tus necesidades básicas. Una buena alimentación, actividad física y hábitos de sueño, son rutinas tan o más importantes que cualquier otra. Y directamente tienen que ver una capacidad mental optimizada para este momento. No hay que olvidar tampoco el ocio y el tiempo para relajarnos.

– Hay que procurar siempre orientarnos hacia una actitud proactiva. Intentar pasar de las preocupaciones a las acciones, afrontar las dificultades.

Pese a todo, hay personas a las que les cuesta más superar las adversidades que a otras. Si con estas pautas no es suficiente, seguro que algún profesional adecuado podrá ser de mucha utilidad. Y a ti, ¿cómo te afecta todo lo que está ocurriendo?

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